Comprometidos con los autónomos y empresas
2020 no ha sido un año que no podremos olvidar fácilmente. Al inicio de este, teníamos una situación con una cierta desaceleración, con las guerras comerciales entre las grandes superpotencias, el bréxit, etc, que se trastocó por completo con la aparición de la covid-19. Entre los objetivos que teníamos planteado para este ejercicio, teníamos la celebración de una forma especial con la sociedad navarra del 40 aniversario de la constitución de Sonagar (lo que representa todo un hito, ya que pocas entidades financieras han logrado sobrevivir a las distintas turbulencias financieras, crisis de distintos tipos y regulaciones cada vez más exigentes y exhaustivas). Tiempo habrá de celebraciones en el futuro. El deber nos llama a seguir apoyando a los autónomos y empresas de Navarra, aportando nuestra experiencia en facilitar el acceso a la financiación en condiciones favorables a través de la figura del aval.
Ha sido un año con una actividad frenética, sobre todo desde el ya lejano mes de marzo, en el que la pandemia paralizó la actividad y las empresas se vieron abocadas a la solicitud de financiación para poder seguir atendiendo sus compromisos de pago y tener liquidez para una situación que era muy incierta. Conforme evolucionaba la pandemia, pasó de una simple tormenta con una "sugerida" recuperación en V a una crisis sin precedentes con unas consecuencias extraordinarias en términos económicos, destrucción del PIB y cierre de empresas, y en términos sociales, con el confinamiento de la población. El objetivo fundamental que ha guiado la actuación de Sonagar en todo este tiempo ha sido el poder atender las necesidades financieras del mayor número de empresas y autónomos posible, fortaleciendo nuestra vinculación con el tejido empresarial navarro. Este compromiso con nuestra comunidad nos ha llevado a la formalización de avales por un importe superior a los 110 millones de euros en 2020, triplicando los 35 millones que se formalizaron en el ejercicio de 2019. Esta financiación ha contribuido al mantenimiento de más de 10.000 puestos de trabajo a lo largo de toda la Comunidad Foral de Navarra.
Los autónomos y las pymes que han obtenido financiación con el aval de Sonagar, podrán solicitar un año más de carencia, por lo que no tendrán que empezar a devolver los mismos hasta 2022. También se va a ampliar el plazo total hasta un máximo de ocho años, desde los cinco actuales, lo que reducirá las cuotas de estos préstamos y contribuirá a mejorar la liquidez y supervivencia de los autónomos y de las pymes.
Apoyo Institucional
Todo este esfuerzo no hubiese sido posible sin el decidido apoyo del Gobierno de Navarra, a través de Sodena. Al inicio de la pandemia, se articularon una serie de medidas específicas con gran agilidad, entre las que cabe destacar la Línea Covid de financiación con unas condiciones extraordinarias, y el establecimiento de carencias de las operaciones que ya teníamos en vigor, que han supuesto una inyección fundamental de liquidez a las mermadas tesorerías de las empresas navarras. Esta financiación, al igual que los préstamos respaldados por el ICO, tienen a su vez un apoyo muy importante del Gobierno de España, en este caso a través de Cersa, la Compañía Española de Reafianzamiento, que nos presta un soporte fundamental a las 18 Sociedades de Garantía Recíproca que trabajamos en el país.
Retos a los que se enfrenta Navarra a corto y medio plazo
Nos enfrentamos a una situación totalmente desconocida, con una bajada del PIB sin precedentes a nivel mundial. En este contexto, Navarra tiene que jugar un papel relevante en la captación de los tan ansiados fondos europeos, que tienen que servir para ayudar a transformar la economía navarra y volver a potenciar la industria y hacer que vuelva a ser competitiva.
Nuestras empresas tienen que ser más competitivas ya no sólo a nivel local/regional, sino a nivel mundial. Para ello es muy importante que se haga un esfuerzo muy importante en que las empresas vayan ganando tamaño, que se incremente de forma notable la productividad, se aumente la inversión en I+D+i, se mejore la fiscalidad de la región y todo ello incorporando criterios de sostenibilidad.
Por otro lado, estamos asistiendo a una situación de gran complejidad financiera. Los bajos tipos de interés y su más que probable mantenimiento en el corto y medio plazo presionan de forma muy importante las cuentas de resultados de las entidades financieras, haciendo que la eficiencia sea más necesaria que nunca.
A nivel sanitario, la situación parece que se va clarificando con la aparición de las diferentes vacunas y su calendarización, lo que ayudará a la ansiada vuelta a la normalidad de una forma paulatina. Las empresas podrán volver a su actividad normal y recuperar su aportación perdida durante 2020. En este sentido habrá que tener especial sensibilidad con los sectores especialmente afectados por los cierres, como son la hostelería, el turístico y el del transporte que se han visto especialmente afectados y que deberían ser objeto de ayudas específicas.
Fuente: Noticias de Navarra